Para los casi 2 millones de pesos que costó la contratación de los servicios de iluminación y animación, así como del sonido para el Festival de Almas Eternas, hay que decir que se vio pobre. Incluso, respecto de su edición del año pasado.
Un evento mal organizado que tan sólo sirve para rendir culto a la personalidad de nuestra hermosa alcaldesa.
El documento propuesto y aprobado por el Comité de Adquisiciones del Ayuntamiento, en el mes de septiembre, nos dice cuánto se gastó sólo en el concepto antes mencionado. Tal vez el costo real de todo el evento pueda alcanzar lo doble de esa cantidad.
Mientras la noticia en la mayoría de portales informativos sobre este evento es la belleza de la presidenta municipal vestida de catrina, se omite el despilfarro y la opacidad en la organización de esta clase de eventos, que son cuestiones de fondo.
¿Con esos casi 2 millones de pesos, qué obra prioritaria se pudo construir en la ciudad que sonríe?
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