Empresa nayarita entre las 5 mejores fleteras del país

“Cuando voy a la iglesia voy a rezar. Cuando voy a las cantinas voy a tomar. Cuando voy a los gallos voy a jugar gallos. Cuando voy a las charreadas voy a echar gritos a favor de El Quevedeño. Y cuando voy a los toros voy a decir olé al Juli o a la figura que me guste.”

El que habla es Antonio Echevarría Domínguez, este sábado, en el festejo de los 50 años de Fletes Álica.

A donde va sabe a lo que va. Pero a sus 28 años de edad, cuando llegó a gerente general de Embotelladora del Nayar, los números le aterraron. Su refresco, Coca-Cola, estaba en desventaja: el competidor dominaba el 70 por ciento del mercado. La refresquera embotellaba pero no vendía. Con otros jóvenes, entre los que destacaba Álvaro Navarro Hernández, se empeñó en cambiar las cosas y puso manos a la obra. Para vender como se debía empezaron desde cero y con todo en contra.

La embotelladora dependía de terceros para distribuir sus bebidas. No se compraban porque no estaban cerca de los consumidores. Así que formaron una empresa para llegar a todos los rincones, a la costa y a la sierra, a poblados medios y a pequeñas comunidades, a las zonas calurosas y a las templadas. Fue así como en 1973 formalizaron la empresa Fletes Álica con diez permisos de transporte federal y los respectivos 10 primeros camiones. El modelo y las buenas prácticas fueron replicadas pronto en otras embotelladoras del país.

Este mismo 2023 Embotelladora del Nayar celebró su 70 aniversario, y Fletes Álica sus 50 años. Los números dan para echar la casa por la ventana: la familia de bebibas Coca-Cola tiene el 95 por ciento del mercado y la fletera figura entre las cinco más importantes del país.

Las empresas son como la vida. No basta ser el mejor, no basta el amor por grande que sea. Hay que estar, estar a tiempo, en todo momento, en cada lugar, a toda hora, en la salud y en el dolor, como dice el cura en las bodas. Eso hicieron la embotelladora y la fletera: fabricar las mejores bebidas y llevarlas a todos los lugares de Nayarit y Puerto Vallarta, los territorios de su concesión.

El pastel de este sábado, faltaba más, fue un tractocamión con su larga caja, como los que recorren las carreteras del país, limpios, relucientes, como los 20 que recientemente se estrenaron con un crédito de 80 millones de pesos. Lo partieron don Antonio Echevarría Domínguez, Martha Elena García, Antonio y Silvia Echevarría García, José Luis Navarro Hernández y Álvaro Navarro Esquivel.

Se recordó la memoria y la exitosa vida de los otros dos jóvenes visionarios que en los 70 fueron pilares de lo que serían las empresas del Grupo Álica que hoy cuenta con casi seis mil puestos de trabajo: Álvaro Navarro Hernández y Enrique Echevarría Domínguez.

Como centros de mesa, tractocamiones también, recordando el reto Fletes Álica que puntualizó su director general Anuar Chalita: el fleteo a empresas externas creció este año 23 por ciento y lo hará al 30 por ciento en 2024.

Consejeros, colaboradores, proveedores, clientes y directivos de empresas del Grupo Álica fueron a la fiesta y fueron a divertirse. Así lo pidió el anfitrión y había con qué: mariachi y música para bailar. Ahí estaban también los dirigentes sindicales, los jubilados.

En una mesa, un jubilado, Alberto Castillo, recibió mención especial: fue el operador del primer camión nuevo de Fletes Álica. Frente a su mesa, recordando los orígenes, también dos tractocamiones nuevos daban marco al festejo.

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