En 2013 el urólogo Douglas Stein y el cineasta Jonathan Stack, promovieron la creación del Día Mundial de la Vasectomía, y desde ese año, cada tercer viernes de noviembre se conmemora, con el fin concientizar a la población masculina en la planificación familiar y contribuir a una buena salud reproductiva.
La vasectomía es un método permanente, en muchos casos, de control de natalidad para el hombre; esta consiste en la sección y ligadura de los conductos deferentes que evita que el semen eyaculado contenga espermatozoides. Dicho método es seguro y efectivo, además que fue adoptado por el Programa de Planificación Familiar desde 1993.
Pese a esto, es uno de los métodos anticonceptivos menos usados en la república mexicana, según reporta el Sistema de Información de la Secretaría de Salud, de la Dirección General de Información de Salud (DGIS).
En Nayarit, durante 2020 se realizaron 54 mil 425 consultas sobre planificación familiar, de las cuales cuatro mil 610 personas se convirtieron en nuevos aceptantes de métodos anticonceptivos, a su vez se concretaron 334 Intervenciones quirúrgicas de planificación familiar, 330 fueron vasectomías, las otras cuatro fueron intervenciones especializadas para mujeres. El dato contrasta con el de 2019, en el que se realizaron 608 vasectomías, siendo el año en el que más intervenciones quirúrgicas de planificación familiar para hombres se ha realizado desde el 2016.
La baja cantidad de hombres que se realizan este procedimiento quirúrgico, pudiera responder a la gran infinidad de mitos que existen sobre la vasectomía, como: “¿Tendré erecciones?, ¿desarrollaré algún tipo de cáncer?, ¿afectará mis niveles de testosterona?, ¿disminuirá mi deseo sexual?”.
Cabe señalar que, según la Secretaría de Salud, la vasectomía no afecta en las erecciones ni en la capacidad de tener orgasmos; asimismo, no hay evidencias que genere algún tipo de cáncer ni disminuye el nivel de testosterona.
De igual manera, la vasectomía no afecta el deseo sexual. Sólo evita que los espermatozoides lleguen al semen, pero no interfiere con el deseo, hormonas, ni con el placer sexual. De hecho, para muchas personas, mejora su vida sexual, ya que pueden disfrutar más al no preocuparse por el embarazo.
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