33 años del nacimiento del municipio de Bahía de Banderas

Tal como avisaron los centinelas, aquel día de 1525 unos hombres blancos, barbados, con vestimenta de metal, la mayoría sobre bestias de cuatro patas, arribaron al fértil valle y parecían sorprendidos porque el gentío de naturales no los recibía de manera hostil y portaba, en lugar de lanzas, largas varas coronadas con estandartes hechos de plumas multicolores.

Así que Francisco Cortés de San buenaventura, al mando de los expedicionarios españoles, denominó a aquel lugar Valle de Banderas, nombre que por extensión se dio a la bahía ubicada en el extremo sur de la costa del hoy Nayarit, y el de esta al municipio que nació el 11 de diciembre de 1989: Bahía de Banderas.

Tintoque fue el mayor asentamiento prehispánico de la zona, tributaria del hueytlatoanazgo o señorío de Xalisco; en el área existen vestigios de la peregrinación iniciada en Aztlán y que concluyó con la fundación de Tenochtitlan.

Un lustro después del arribo de Francisco Cortés, sobrino de Hernán, llegó a Tintoque Nuño Beltrán de Guzmán, con un plan distinto: la ocupación a sangre y fuego, lo cual diezmó a la población originaria en grado tal que en 1609 se quejaron las autoridades eclesiásticas: de aquella zona con un buen número de habitantes solo quedaban algunas pequeñas comunidades dispersas.

Bajo el yugo novohispano surgió la encomienda y la consecuente explotación agrícola y ganadera; la incipiente actividad portuaria fue apenas sacudida por la presencia de corsarios en la bahía durante el siglo XXVIII.

La guerra de Independencia y la inestabilidad político, social y militar mexicana de los primeros tres cuartos del siglo XIX no provocaron hechos de trascendencia en la región.

Para 1893 cobran cierta importancia algunas poblaciones: Valle de Banderas, con 250 habitantes; San José del Valle, con 70; San Juan de Abajo, con 50; El Colomo, con 45; Mezcales, con 40, y la cercana localidad de Las Peñas, Jalisco (hoy Puerto Vallarta), con 60.

En 1904 se creó la Subprefectura de Valle de Banderas y a partir de 1917, erigido el Estado Libre y Soberano de Nayarit, formó parte del municipio de Compostela. El actual territorio de Bahía de Banderas prácticamente fue ajeno a los enfrentamientos armados que culminaron con el triunfo del constitucionalismo y las luchas posrevolucionarias.

En el periodo cardenista, en 1937, los campesinos de la región fueron dotados de 26 648 hectáreas y se integraron nueve de los trece ejidos hoy existentes; solo al de Valle de Banderas le asignaron 10 234 hectáreas. De 1954 a 1958 fue construida la Unidad de Riego de Valle de Banderas, inicialmente para 2500 hectáreas y posteriormente alcanzó cerca de 10 000, lo cual incrementó la producción agropecuaria.

Para esas fechas se registraron los primeros reclamos de la población de la zona, que era más vista como contribuyente que beneficiaria por las autoridades municipales con sede en Compostela, a por lo menos cuatro horas de camino de Valle de Banderas o San Juan de Abajo, ejes de crecimiento poblacional y económico.

De 1955 a 1964 se registra el despegue de la actividad turística en pequeños hoteles localizados en el cercano Puerto Vallarta. En 1958 inició la construcción de la carretera Compostela-Puerto Vallarta y fue concluida diez años después, lo cual favoreció una mayor apertura comercial del Valle de Banderas. De 1965 a 1974 se genera una gran proyección internacional de Vallarta y la atracción de un creciente número de turistas a la Bahía de Banderas, incluyendo la porción nayarita.

A fin de impulsar un desarrollo turístico que beneficiara a las comunidades agrarias de dicha zona costera de Nayarit, el Gobierno federal decretó en noviembre de 1970 la creación del Fideicomiso Bahía de Banderas, cuyo patrimonio se constituyó dos meses después con 5162 hectáreas expropiadas a los ejidos de Bucerías, Jarretaderas, Cruz de Huanacaxtle, Higuera Blanca y Sayulita, entre otros; los fideicomisarios conformaron una unión ejidal en 1972.

La promoción a cargo del Fideicomiso marcó el inicio de un proceso de expansión de inversiones e infraestructura turística, que incluyó el desarrollo del fraccionamiento Nuevo Vallarta (hoy Nuevo Nayarit), el cual, junto con la zona costera aledaña, es el destino de grandes capitales y visitantes tanto nacionales como extranjeros que detonaron el crecimiento económico de la comarca, ya notable a fines de los años ochenta.

En 1988, a petición de grupos representativos, quienes aún se consideraban marginados por las autoridades municipales de Compostela, y a iniciativa del gobernador Celso Humberto Delgado Ramírez, el Congreso del Estado de Nayarit realizó un amplio proceso de consulta en las comunidades que fructificó en la decisión de crear el municipio de Bahía de Banderas mediante decreto número 7261, expedido el 11 de diciembre de 1989.

A treinta y tres años de distancia, ese municipio es pilar y ejemplo de desarrollo económico e institucional público, acaso matizado por algunas controversias político-sociales que no alteran el clima de paz en que fueron recibidos los primeros exploradores españoles en esas fértiles tierras del sur nayarita. Un espacio, en fin, de grandes oportunidades.

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