El pasado oscuro del más emblemático archipiélago del pacífico, hoy luce deslumbrante ante la mirada de quienes forman parte de este día histórico. Encabezados por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, zarpó la primera embarcación turística hacia las Islas Marías, el nuevo complejo que abrió sus puertas al turismo del mundo el día de ayer.
Desde hace meses, San Blas tiene un nuevo rostro. Se mejoraron sus vialidades, se rehabilitaron espacios públicos y se remodeló su puerto, mientras que a pie del mar se erigió un hermoso velero comercial que será refugio de los esperanzados locatarios que sueñan con que los visitantes de todo el mundo devuelvan a esta costa nayarita el lugar que la historia le arrebató.
Un clima agradable se percibió desde temprano, el cual sólo se comparaba con la cálida bienvenida que dio el gobernador Miguel Ángel Navarro al secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués y al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quienes fueron invitados de honor para este inédito paseo turístico que debió realizarse durante octubre pasado, pero que ante la amenaza de un ciclón fue pospuesto.
Sin embargo, la atención de los asistentes se centraba en los caminos del puerto de San Blas, los cuales pronto fueron surcados por la caravana presidencial que asistía al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y al secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán quien lo acompañó en todo momento.
No es la primera vez que el presidente arribaba a San Blas, ni mucho menos su primer viaje a las Islas Marías. El 8 de abril, López Obrador tomó un barco de la Marina para realizar el recorrido hacia el archipiélago que recuerda por sus muros de agua, los cuales quedaron inmortalizados en la obra de José Revueltas y que hoy dan nombre al Centro de Educación Ambiental y Cultural.
“Se convirtió este penal legendario en un centro para el turismo, la observación, el disfrute de la naturaleza y también para recrear la historia; es algo excepcional, extraordinario”, expresó el presidente al anunciar la apertura de estos paseos turísticos y dar el banderazo al primer ferry con rumbo a las islas.
Cuatro horas de trayecto, quizá menos por las bondades de la madre naturaleza, fue el tiempo que tuvieron los testigos de la historia para apreciar el mar profundo o reflexionar sobre el paraíso que estaban por redescubrir.
Aquel lugar donde Pedro Infante caminó e inmortalizó a través de la cinematografía, que fue refugio de presos políticos y de incontables historias que están escritas en la literatura. Hoy ese pasado suena más lejano que nunca, pero no es olvidado.
El “Alcatraz Mexicano” está abierto al turismo, para conocer más sobre la historia de quienes ahí cumplieron condena, sobre todo aquella de José Revueltas quien en dos ocasiones fue huésped de estos muros. Además se cuenta con un templo y una estatua del Cristo Rey, en la cual se permite hacer senderismo, ciclismo urbano y de montaña, entre otras actividades que cumplan con el objetivo de preservar el medio ambiente.
Además de contar con miradores, la Plaza Malecón, la Palapa Mirador, fuente de sodas, la Plaza “Benito Juárez”, la Casa de Gobierno, el Templo de Guadalupe, el panteón, el Auditorio “José Revueltas”, el faro y el Centro de Atención a Visitantes (CAV), con tienda donde artesanos nayaritas ofrecen sus obras.
Así lo dejó en claro el gobernador de las Islas Marías, Juan Manuel Muñoz Gómez, quien recuerda que este centro turístico está a cargo de la empresa Turística Integral Islas Marías, S.A. de C.V, propiedad de la Secretaría de Marina: “Es un lugar de naturaleza, cultura y libertad”.
Un lugar que también estará disponible desde Mazatlán, Sinaloa, así como próximamente en Puerto Balleto y Boca de Chila, Nayarit, ya que el presidente ha dejado en claro que este proyecto busca reactivar toda la economía costera del pacífico centro.
La polémica no ha estado exenta en este nuevo complejo turístico, que además de ofrecer cultura e historia en carne viva, cuenta con estancias tipo hostal, villas o casas, así como restaurantes tipo buffet con terraza y vista al mar, cuyos costos suman pagos de entre cinco mil 455 pesos hasta los ocho mil 50, según el paquete que se elija a través de una app disponible para sistemas IOS y Android.
Precios que al final del día no desmotivan a aquellos turistas hambrientos de aventura, cultural y conocimiento que como señala el gobernador nayarita: “Habrán de salvar un abismo de siglos entre el pasado oscuro y el futuro brillante de este archipiélago”.
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