Embotelladora de Coca-Cola en Nayarit Cumplirá 70 años

Este lunes se develó la pantalla de la cuenta regresiva para celebrar en 70 días el 70 aniversario de Embotelladora del Nayar, que hoy da empleo a tres mil personas y tiene una red de puntos de venta de más de treinta mil abarrotes y tienditas a lo largo de Nayarit y Puerto Vallarta, el territorio de su franquicia.

La empresa inició como distribuidora de Coca-Cola en Nayarit, hasta fundar en 1953 la planta embotelladora en el pleno centro de la ciudad de Tepic, con dos camiones repartidores y un triciclo. Para 1972 tenía 110 trabajadores.

Desde sus inicios, la embotelladora haría aportaciones a la industria refresquera con impactos regionales, nacionales y mundiales.

El capital humano se convirtió en una fortaleza tan importante como la marca, de manera que las relaciones obrero-patronales mejoraron sustancialmente. De la misma manera, desde el impulso a la presentación de 12 onzas, que se posicionaría a nivel mundial y sería decisivo para la consolidación de la marca.

Antonio Echevarría Domínguez refirió que para lograr fortalecer el consorcio empresarial que encabeza (Grupo Álica) trabajó en unidad: “No lo he construido yo solo,  ni con mis hermanos, hemos hecho un equipo, un equipo donde iniciamos Álvaro Navarro y tu servidor,  después se integró Enrique mi hermano y después se integra mi compadre Francisco Arias Castellanos, pero quiero aprovechar para agradecerle a los trabajadores también, a los empleados de confianza y empleados del sindicato que la verdad aquí no se distingue si son de confianza o si son del sindicato, somos una familia y eso se lo debemos a la CTM, que quede claro, porque los empresarios nayaritas le tienen pánico a los sindicatos y le tienen pánico porque muchos de ellos ni siquiera pagan el salario mínimo y así estaba la Coca-Cola en el año de 1972 cuando yo llegué, era una cena de negros, los de confianza contra los del sindicato”.

Especificó que los conflictos entre sindicatos y trabajadores de confianza se terminaron después que él habló con don Emilio M. González: “Un día le hablé a la secretaria de Don Emilio, en ese entonces estaba la CTM en el Obispado, en las calles Lerdo y Zacatecas, y le pedí que si me recibía. Yo no lo conocía en persona, nada más lo había escuchado y él no me conocía a mí, entonces yo fui y hablé con él y le dije: Oiga, yo como gerente de la Coca-Cola quiero que ganemos nosotros y que ganamos los del sindicato.

Don Emilio se sorprendió, pero Don Emilio dejó la escuela que tiene Abelino, que tuvo Rigoberto y la que tuvo Armando, Chema y ahora hemos hecho una familia y hay un ambiente de cordialidad, un ambiente como lo debe haber en una empresa, es una comunidad en donde el objetivo es ganar ganar, pero ganar todos y yo le plantee a don Emilio la necesidad de iniciar como distribuidores y me preguntó: ¿Estás de acuerdo? Sí, le respondí. Nada más hay que sacar las manzanas podridas, tanto hay manzanas podridas en el equipo de confianza, como hay manzanas podridas en el sindicado y él me respondió: A jalar”.

Echevarría Domínguez recordó que en aquellos años Coca Cola no podía hacerle competencia a otra marca refresquera por no contar con un medio de transporte que llevara a los municipios la reconocida bebida: “En este tiempo la competencia tenía 60/40 y por qué no ganaba Coca-Cola, pues porque no había Coca-Cola en los municipios, estaba el monopolio de la ACASPEN y para que nos llevaran un camión tenías que rogarle a mi querido gordo Félix Torres, casi casi pedirle por favor.

En ese entonces el transporte era a lomo y entonces don Manuel García Martínez, papá de Martha Elena, nos consiguió 10 permisos federales y con eso empezamos a fletear y empezamos a llevar Coca Cola a donde no había. A los dos años los empatamos y de ahí para el real, como dijo  un ranchero: ahora tenemos el 95 por ciento del mercado, pero desde aquí le envió un reconocimiento donde se encuentre a Don Emilio y a la Confederación de Trabajadores de México y a Armando Neyra, que es dirigente del Sindicato Nacional de Embotelladores y a los actuales, lo mismo que a Chepi y  a Don Simón Mora, a Don Custodio, que siempre que revisamos contrato, pues es casi casi un protocolo, se revisan en 15 o 20 minutos porque afortunadamente ellos y nosotros hemos entendido que si no hacemos equipo esto no crece, por eso crecimos”.

Comentó que en una ocasión dialogando con Vicente Fox Quezada, le hizo saber que en Nayarit la empresa Coca-Cola estaba realizando las ventas en directo: “Cuando empezamos a ganar el mercado nos visitó  Vicente Fox Quezada, presidente de América Latina de Coca-Cola y me preguntó: ¿qué estás haciendo?, y le dije: estoy vendiendo directo, y él también me dijo: y no le tienen miedo al sindicato, y le respondí: no, porque ellos también necesitan ganar más y ahora todas las embotelladoras que tenían distribuidores se convirtieron en distribuidores directos y aquí están los resultados, de tener 110 trabajadores ahora en todo el sistema tenemos casi 3 mil y tenemos 300 vacantes”.

Hay proyectos de más plantas embotelladoras para Nayarit: “Como decía Toño, mi hijo, ya estamos haciendo un estudio para ver si en San Vicente ya ponemos una plantita, vaya la expresión, para tener ya directamente el producto en la zona de Puerto Vallarta. Llegamos hasta el Tuito, Jalisco, y con eso ahorraríamos costos, pero tendríamos muchos más trabajadores, ahí está pues el éxito del equipo, una persona sola no lo puede hacer”.

Por su parte Antonio Echevarría García expresó que el legado que está dejando su señor padre se tiene que superar: “Es un gran reto y este reto es un legado que nos está dejando nuestro padre Antonio Echevarría Domínguez, donde estamos llevando a cabo un concilio familiar, un concilio familiar donde los que vamos a estar interesados en participar en los negocios éstas son las reglas que se deben de hacer, no nada más por ser hijo, nieto o sobrino ya tengo derecho a lo que uno quiera, no. Todo va a estar muy bien estipulado porque es un legado que ha costado 70 años de trabajo y no lo podemos echar a la basura, por pleitos legales, por pleitos de celos o por pleitos de envidias, tenemos que cuidarlo, uno por el bien familiar y dos por el bien de los más de las tres mil familias que les llega su chivo mediante el Grupo Empresarial Álica. Estamos trabajando en ello, vamos muy bien aventajados y vamos muy bien, tanto la familia Echevarría García, la familia Echevarría Aldrete, la familia Berecochea Echevarría, la familia Meza Echevarría, la familia Arias García y la familia Navarro Esquivel”.

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