Con el propósito de prevenir los delitos en la capital del estado, agentes de la Policía Estatal recorren las calles de la ciudad a bordo de motopatrullas y realizan revisiones a hombres y mujeres que perciben como sospechosos.
Durante las revisiones corporales los uniformados buscan, entre las ropas de los sospechosos, armas de fuego, armas blancas o sustancias prohibidas.
En caso de que el sospechoso resulte responsable de algún delito, en ese momento se traslada a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado y se consigna ante la autoridad que lo reclama. En contraparte, si el individuo resulta libre de culpa se le permite que se retire del lugar.
De acuerdo con la versión de los agentes policiacos que recorren las calles de la ciudad, es a través del lenguaje corporal que el individuo alerta a los uniformados y es cuando proceden a la revisión.
Por tal motivo, los agentes de la Policía Estatal recomiendan a los ciudadanos que en caso de que una autoridad les ordene detenerse para realizar una revisión, lo hagan sin alterar el orden público: “Si no tienen deudas pendientes con la autoridad en ese mismo momento continúan su camino, se van, no pasa nada”, especificó el agente estatal.
Por su parte el joven David Israel Mejía Beltrán, después de ser revisado por los guardianes del orden, declaró que él es originario del estado de Sinaloa y se dedica a vender dulces en la vía pública y durante la revisión no violentaron sus derechos humanos: “En todo momento me respetaron, fueron muy atentos y mientras uno no traiga algo que te comprometa no pasa nada”, concluyó el joven sinaloense.
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