Con la presencia del gobernador Miguel Ángel Navarro Quitero, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) llevó a cabo un acto de destrucción de armamento decomisado en los últimos meses a integrantes de la delincuencia en la entidad.
El mayor Cristóbal Luviano Atilano confirmó en entrevista, que en total fueron destruidas 171 armas; 61 cortas y 110 largas, 6 mil 380 cartuchos, 209 cargadores, 15 cascos y 14 ojivas.
“Este es un apoyo bastante importante a la seguridad de la población, ya que con esto se disminuye la cantidad de armas que andan circulando dentro de la población. Estas ceremonias de destrucción las hacemos de las disposiciones que emite la Secretaría de la Defensa Nacional, la cual es cuando tenemos una cantidad considerable de que puede ser superando las cien armas y ha se hacen un evento de destrucción del que ahora constataron todo ustedes”.
Según la explicación, con la destrucción se da cumplimento al artículo 88 de la Ley federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, se da paso a un proceso que consta de cinco módulos: “En el número uno se concentra el material que se va a destruir, se organiza y clasifica por armas cortas, armas largas, en el módulo número dos, es el de inspección, ahí el personal del equipo multidisciplinario que es designado para dar y legalidad de las armas a destruir, en él se coteja lo que son las características del arma, el calibre, cantidad, marca, modelo y algo muy importante como es la matrícula”.
Sobre el módulo tres, Luviano Atilano destaca que es uno de las acciones más importantes, ya que el arma se vuelve inoperante gracias a los cortes que se realizan en partes claves del armamento, como puede ser el cañón, el cajón de mecanismo o el receptor de cargador: “Con eso se da seguridad de que el arma finalmente se destruyó”.
En el módulo cuatro, se realiza el proceder a realizar una verificación fotográfica que puede funcionar como evidencia ante futuras aclaraciones y por último en el módulo cinco se clasifican los desechos: “Con el módulo cuatro se da fe y legalidad a la destrucción del armamento. Finalmente se transita por el módulo número cinco en el que se organizan las amas que fueron destruidas para después clasificarlas en lo que son ya desechos ferrosos, madera, plástico, los diferentes metales que son, antimonio, acero, evaluándose y almacenándose para darles su destino final de acuerdo a las disposiciones de la SEDENA”.
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